¿Qué es un CRM?
Un negocio es, en gran parte, una gestión constante de relaciones, con proveedores, con clientes y entre compañeros y departamentos…
Lo que da vida a un negocio es, en definitiva, la generación de ventas. Es decir, que alguien necesite de tu producto o servicio y lo compre…
En la relación con los clientes se generan miles de interacciones con ellos, y de manera interna entre los diferentes departamentos vinculados en la venta.
Gestionar todo el flujo de información que se genera en torno a una venta es vital para el buen funcionamiento de una compañía y eso sólo es posible con un CRM (Customer Relationship Management). O lo que es lo mismo, un Sistema de Seguimiento o Gestión de Clientes.
Dos claves sintetizan la necesidad de tener un buen CRM:
· Comprender claramente y de forma ágil en qué situación se encuentra la relación con un cliente o cliente potencial.
· Saber cual es el mejor momento para cerrar una venta.
Está claro que el CRM no hará mejor a un equipo de vendedores. Y más cuando a dicha herramienta se le supone un carácter controlador.
Un CRM debe contratarse con la siguiente filosofía:
· Conocer mejor al cliente.
· Gestionar mejor las oportunidades y negociaciones.
· Permitir un mejor análisis de la estrategia a seguir con todos y cada uno de los clientes.
· Generar las tareas a llevar a cabo para hacer un buen seguimiento (este último punto sobre todo con los clientes potenciales).
Si se contrata con esta filosofía la adherencia en su utilización por parte del equipo comercial está más que garantizada.
Al fin y al cabo, una mejor organización permite optimizar en tiempo sacando el máximo rendimiento a la productividad personal, lo que garantiza vivir más tranquilos, que es lo que todos deseamos.
La información unificada permite una mejor organización del tiempo y una comunicación más fluida entre los departamentos directamente vinculados a la venta.
Un buen CRM permite asignar una tarea a cada responsable en la fecha más idónea y vinculada a una negociación o cliente. A partir de aquí, los resultados vienen solos.
Si analizamos bien qué herramienta de seguimiento de clientes nos conviene más, conseguiremos lo que toda organización desea: todos los empleados de la empresa sabrán qué deben hacer, cómo, cuándo y con quién ante una solicitud, incidencia o evolución de una venta.
En definitiva, el CRM es la solución para organizar el departamento comercial y de marketing, ofrecer la mejor atención al cliente y no dejar de seguir ni una oportunidad.